Como muchos sabéis, durante mas de 10 años fuimos el estudio de diseño encargado de trasladar las emociones que supone asistir al Festival de Benicàssim a formas, colores y tipografías. Prácticamente todos trabajando codo con codo con Ernesto GonZález Rodríguez, tristemente fallecido ayer. Sobre lo que supone perderle como ser humano no podemos añadir más a la avalancha de pesar que sus amigos -tantos- están mostrando desde anoche.
Ernesto, como jefe de comunicación del FIB, fue el cliente perfecto: confiaba en nuestro trabajo, era asertivo, cercano. Gracias a esto trabajábamos con él y con el resto del equipo de un festival de dimensiones descomunales cobijados bajo un mantra perfecto ante los habituales plazos extremos, las necesidades de última hora, las madrugadas diseñando: TODOS A UNA. El propio Ernesto, Nacho R. Piedra, Manuel Pinazo, Aldo Linares, Felipe R. Piedra, … eran miembros de una sociedad secreta de extraños códigos, de una formidable familia bizarra, con la que compartimos trabajo duro, muchas risas y algún momento de aberre.
Cuando nos reuníamos con él en las oficinas de Maraworld recibía nuestras ideas para la gráfica del nuevo año con un SON BRUTALES que nos llenaba de alegría. Siempre acompañaba su comentario de una sonrisa en la que parecía esconder una broma privada de la que solo él y nosotros éramos partícipes.
Hace unos años preparando una gráfica que desafortunadamente no vio la luz de manera integra diseñamos unas extrañas criaturas que habitaban entre los fibers. Y sobrevolando el cielo del festival una con gafas y sombrero que le entusiasmó. Vuela alto, querido Ernesto.